En un giro sorprendente, El Vaticano dio un paso hacia la inclusión y el amor. Según un documento recién salido del horno del Dicasterio para la Doctrina de la Fe, ahora los sacerdotes tienen luz verde para bendecir a parejas «en situaciones irregulares» y parejas del mismo sexo. Eso sí, no esperen campanas de boda, porque esto no es equiparar a un matrimonio tradicional.
Bajo el título de «Fiducia Supplicans: Sobre el sentido pastoral de las bendiciones«, este documento es el primero en su tipo en los últimos 23 años. Desde «Dominus Jesus» en el 2000, no habíamos visto algo así.
El texto nos dice que Dios, a través de su infinito misterio de amor, otorga a su Iglesia el poder de bendecir. Estas bendiciones se convierten en un abrazo de inclusión, solidaridad y paz.
Las parejas afortunadas podrán recibir una oración que les desee paz, salud, paciencia, diálogo, ayuda mutua, e incluso la luz y fuerza de Dios para cumplir su voluntad.
Sin embargo, no se confundan, el Vaticano sigue firme en su postura: Nada de rituales que se parezcan demasiado a un matrimonio tradicional, ese que es «exclusivo, estable e indisoluble entre un varón y una mujer».
Lo interesante aquí es el mensaje que manda la Iglesia Católica: No se trata de promover un ritual para estas bendiciones, pero tampoco de cerrar las puertas. Cada situación donde se pida la ayuda de Dios merece, al menos, una bendición.
¿Será este el comienzo de una nueva era de apertura y aceptación en la Iglesia Católica? El tiempo lo dirá, pero por ahora, el Vaticano nos deja con una mezcla de sorpresa y esperanza.