El ministro de Justicia y Seguridad Pública, Rogelio Rivas, informó que entre el viernes y el martes las pandillas cometieron 80 homicidios en El Salvador como parte de su exigencia de “volver a controlar el territorio” que las autoridades les han quitado.
Tras esa presión, los delincuentes llevaron a cabo crímenes como el caso de un agricultor cuyo cuerpo fue desmembrado y sus restos abandonados en un predio baldío. Además en uno de los casos, las autoridades capturaron a una familia en el que padres e hijos se dedicaban a asesinar, y cuando de mujeres se trataba, primero las violaban, las asesinaban y finalmente las enterraban.
El titular de Justicia, confirmó que esta escalada de homicidios abultó la cifra con la que cerró abril; 142 homicidios, pero pese al repunte de la violencia, hay una reducción de 54 por ciento comparado con el año anterior.
A los detenidos por esta ola de hechos se les va acusar por los 80 homicidios registrados entre viernes y martes; porque son cabecillas que daban las órdenes de ejecutar”, expresó.
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