El «Yihadi John», el verdugo de Estado Islámico, murió en un ataque de un dron, asegún publicó la revista Dabiq que realizó una semblanza del que llegó a ser el enemigo número uno de Occidente a partir de agosto de 2014.
Encapuchado, vestido de negro y con un cuchillo protagonizó los vídeos publicados por el Estado Islámico en los que se decapitaba a los periodistas estadounidenses Steven Sotloff y James Foley, el cooperante estadounidense Abdul-Rahman Kassig, los trabajadores humanitarios británicos David Haines y Alan Henning y el periodista japonés Kenji Goto.
Un avión no triuplado lo asesinó el pasado mes de Noviembre de 2015. Dos meses después de su fallecimiento, la revista propagandística Dabiq en su número 13, le dedica una semblanza donde destaca su sinceridad, ambición y entusiasmo que le hicieron relevante.
Aseguran que Jihadi John era de Kuwait pero su familia se fue a vivir a Londres cuando apenas era un niño, por lo que es «un don» que mantuviera su fe «a pesar de residir en uno de los centros de la herejía».