George Coty Wayman, de 18 años de edad, asesinó a su hijastro de 3 años de edad propinándole varios balazos en la cabeza porque este no le hizo caso de dejar de saltar en la cama.
Los hechos ocurrieron en un área remota del condado Clay, en Texas, donde el endemoniado joven asesinó cruelmente al niño Dominic Castro.
Al momento de ser arrestado argumentó que el arma se le disparó accidentalmente pero numerosos testigos lo desmintieron asegurando que lo asesinó a propósito.
Una corte le impuso una fianza de 550 mil dólares.