Una grave situación se ha registrado en Nueva Zelanda, donde una organización benéfica distribuyó dulces contaminados con metanfetamina entre personas sin hogar. La policía informó que tres adultos y un menor de edad fueron hospitalizados tras consumir caramelos con sabor a piña, los cuales contenían aproximadamente 300 veces la dosis habitual de metanfetamina recreativa.
Auckland City Mission, la organización afectada, emitió un comunicado expresando su devastación ante el incidente, aclarando que solo acepta alimentos comercialmente elaborados para sus paquetes de ayuda. Helen Robinson, directora ejecutiva de la organización, reveló que ocho familias reportaron haber ingerido los caramelos, aunque el sabor desagradable los llevó a escupirlos.
La NZ Drug Foundation confirmó que los dulces estaban contaminados con niveles peligrosos de metanfetamina, lo que ha llevado a la policía a advertir sobre un “enorme riesgo” para la población, especialmente para niños y jóvenes.
La investigación se centra en determinar el origen de los caramelos, sospechando que se trata de una importación. Las autoridades han instado al público a asegurarse de que los dulces sean entregados a la policía para evitar más daños y garantizar la seguridad de la comunidad.