Cuatro manifestantes fueron detenidos y 31 policías resultaron heridos durante los disturbios que se produjeron el sábado en el centro de València, en el marco de una manifestación masiva contra la gestión de la DANA (Depresión Aislada en Niveles Altos) y en reclamo de la dimisión del presidente de la Generalitat Valenciana, Carlos Mazón.
La protesta, inicialmente pacífica, se vio empañada por los enfrentamientos entre algunos de los manifestantes y las fuerzas de seguridad.
Fuentes policiales han señalado que un grupo de personas, supuestamente vinculadas a la extrema izquierda, intentó desde el principio sabotear la marcha. La violencia estalló cuando los manifestantes se dirigían hacia la sede del gobierno regional, lo que obligó a los agentes a intervenir para controlar la situación.
En total, cuatro personas fueron detenidas, dos por desórdenes públicos y dos más por atentado contra agentes de la autoridad, mientras que trece individuos fueron identificados.
Los disturbios comenzaron en las inmediaciones del Ayuntamiento, donde algunos jóvenes lanzaron bengalas y barro, lo que provocó la intervención de la policía antidisturbios. A medida que la manifestación avanzaba, los altercados se intensificaron, especialmente en la plaza de la Virgen, donde se volvieron a lanzar objetos como barro y sillas hacia los agentes. Estos respondieron con cargas policiales, deteniendo al menos a uno de los agresores.
El enfrentamiento ha generado preocupación sobre el aumento de la violencia en las protestas, especialmente en un contexto de creciente descontento con la gestión del gobierno regional ante los recientes fenómenos climáticos. Las autoridades han prometido investigar los hechos y han reafirmado su compromiso con el mantenimiento del orden público en futuras manifestaciones.