Los estadounidense Timothy Kepke y Noah Osborne fueron detenidos luego de obligar a un caimán a tomar cerveza. Por su mismo hostigamiento lo único que consiguió uno de ellos fue ser mordido por el reptil.
Kepke informó a la Policía que él también había tomado algunas cervezas ese día, pero niega rotundamente que estuviera borracho.
Noah y Kepte fueron puestos en prisión bajo una fianza de 5.000 y 2.500 dólares, y liberados el mismo día de su detención.