La Fiscalía de Venezuela levantó cargos contra Nepomuceno Hernández, un sacerdote de la parroquia Ermita en San Cristóbal, en el estado de Táchira, por haber abusado sexualmente de una niña de 13 años de edad.
La imputación fue informada por el fiscal general del gobierno venezolano, Tarek William Saab, a través de su cuenta de Twitter.
El funcionario detalló que según las investigaciones, el sacerdote habría abusado sexualmente de la niña tras invitarla a comer, mientras él se encontraba bajo los efectos del alcohol.
El fiscal afirmó que solicitarán la pena máxima en contra de los depredadores sexuales que cometan esta clase de crímenes, la cual, según el Código Penal venezolano, pueden ser de hasta 20 años de cárcel.
Añadió que, debido al aumento de este tipo de casos, desde el Ministerio Público decidieron impulsar una campaña llamada “Pedofilia es Delito”, con la cual buscan crear conciencia acerca de esta clase de crímenes.
“Esta campaña tiene como objetivo proteger a niños, niñas y adolescentes de los llamados depredadores sexuales que pueden poner en riesgo su integridad y su seguridad”, afirmó Saab durante una rueda de prensa.
La detención de un sacerdote por cargos de abuso sexual a un menor no es algo nuevo en Venezuela tal y como lo demostró una investigación realizada por The Washington Post, publicada a finales de junio de este año, en la que se reveló una larga lista de casos de miembros de la iglesia que cometieron esta clase de delitos.
Las pesquisas realizadas por el medio estadounidense permitieron conocer que la Iglesia venezolana permitió que sacerdotes que habían sido condenados por delitos de índole sexual contra menores de edad pudieran regresar al ministerio, luego de ser transferidos a otras diócesis.
The Washington Post reveló que además de la falta de acción por parte de las autoridades de la Iglesia ante estos casos, se ha intentado de manera activa el ocultarlos y se ha protegido a los sacerdotes acusados de abuso sexual.