Esta semana, el vecino país del sur, Costa Rica, se conmocionó tras la muerte por desnutrición de un bebé de tan solo 1 año y 2 meses de edad, y la hospitalización por la misma causa de sus 3 hermanitos.
La situación al parecer es alarmante, según datos recogidos por la Universidad Nacional (UNA), de esa nación, la mala alimentación aumentó un 60% entre 2008 y 2018.
Medios costarricenses detallan que, un reporte del Banco Mundial, en 2008, reveló que el 5,6% de los niños costarricenses presentaba este problema, pero para el 2018 la cifra había aumentado a un 9% de la población infantil afectada.
En cuanto a la desnutrición aguda, caracterizada por el bajo peso infantil para la edad y el crecimiento, se evidencia un aumento en la prevalencia, ya que, en el 2008, el 0,9% de los niños menores de 5 años presenta bajo peso para su edad; sin embargo, para el 2018, la cifra había aumentado al 2,9%, lo que lo traduce en uno de los niveles más altos de desnutrición aguda en el país, solo superado por el 3,8% del año 1996.
Las autoridades del Ministerio de Salud recuerdan que la desnutrición está asociada con casi la mitad de todas las muertes infantiles en todo el mundo.
Los niños que sufren de esta afección tienen más probabilidades de morir a causa de enfermedades comunes de la infancia, y los que sobreviven a menudo sufren enfermedades recurrentes y un crecimiento deficiente.
Desnutrición en etapa escolar
Según datos oficiales del Ministerio de Salud, al menos el 1,8% de los pequeños en etapa escolar, entre 6 y 12 años, sufren de esta afección. Así se evidencia en el Análisis de Situación Nutricional de Costa Rica con Énfasis en Niñas, Niños y Adolescentes del ente rector del año pasado.