Por los menos 56 personas murieron y unas 600 resultaron heridas debido a los enfrentamientos armados entre el grupo militar Fuerzas de Apoyo Rápido (FAR) y el Ejército de Sudán.
Durante dos días consecutivos los combates se han intensificado en todo el país africano, incluyendo el palacio presidencial y el cuartel general del ejército.
La ONU informó que tres trabajadores del Programa Mundial de Alimentos (PAM) murieron en el país por lo que decidieron suspender temporalmente sus operaciones en esa nación.
Varios testigos han reportado explosiones en la ciudad de Jartum, capital de este país, y en la ciudad oriental de Port Sudán, a cientos de kilómetros de distancia.
Este domingo sus habitantes se despertaron con el ruido de aviones militares sobrevolando el centro de Jartum y otros puntos del este y el sur de la capital.
El jefe paramilitar sudanés Mohamed Hamdan Dagalo aseguró haberse apoderado de la mayoría de los edificios gubernamentales en la capital, tras los enfrentamientos que comenzaron ayer sábado.
Sin embargo, el general Abdel Fattah al-Burhan contradijo las declaraciones de Dagalo y aseguró que el ejército sudanés contrla todos los lugares estratégicos de esa ciudad.
El Ejército aseguró en un comunicado que tomaron el control de la base más grande de las FAR en el área de Karari, al norte de la localidad de Omdurman.
Asimismo, los militares incautaron hasta 35 vehículos blindados de las FAR en la ciudad de Damazin, en el sureste de Sudán.