Autoridades europeas de seguridad alimentaria descubrieron rastros de químicos en los chocolates de la marca Kinder los cuales podrían causar cáncer y mutaciones genéticas.
En concreto se trata de hidrocarbonos aromáticos del aceite mineral (MOAHs) los cuales son creados en el proceso del refinamiento del aceite. De unos 20 productos examinados 3 dieron positivo a niveles peligrosos de dicha sustancia.
Aunque recomendaron el retiro inmediato del mercado la empresa que los produce se negó a hacerlo.