El Gobierno chino asegura que está prohibido, pero el Festival de Carne de Perro que se realiza en Yulin ya ha dado inicio a una brutal matanza. Muchas mascotas aún portan los collares de sus dueños.
Miles de animales robados están siendo sacrificados en un Festival de Carne de Perro que espera reunir a una multitud de chinos a partir del 22 de junio, en Yulin, provincia de Guangxi Zhuang. Ante la presión de entidades locales e internacionales defensoras de los derechos de los animales, el gobierno del municipio anunció el año pasado que la muestra había sido prohibida.
Sin embargo, la investigación de una ONG pudo comprobar que hasta 10.000 perros y gatos, muchos de ellos con el collar de sus verdaderos dueños aún colocado, han llegado a la ciudad, listos para el sacrificio.
Muchos de ellos ya llegan muertos, víctimas del hambre y la sed. Los sobrevivientes enfrentan un destino no menos dramático: el sacrificio por golpes o degollamiento.
Humane Society International (HSI) inició una investigación después de que se sospecha que miles de gatos y perros eran asesinados, pese a la prohibición oficial, bajo el amparo de las autoridades chinas.
Una visita a la ciudad confirmó que estaban en lo cierto. Decenas de jaulas con animales a la espera de la muerte compartían el espacio con perros clavados en estacas. Los que seguían vivos apenas podían respirar en sus pequeñas prisiones, muchos de ellos fracturados por la violencia del viaje.
Peter Li, enviado por HSI camuflado como un “comerciante local”, encontró a cargo de los sacrificios a decenas de trabajadores armados con cuchillos. Pudo comprobar además que el gobierno recomendó a los restaurantes eliminar de sus cartas la oferta de “carne de perro”, para encubrir la existencia del festival.
“La masacre de perros aún continúa en Yulin a pesar de que las autoridades locales están tratando de dar la impresión de que esto se acabó”, dijo Li al Daily Mail.
“El gobierno de Yulin declaró que el festival no se realizará, pero esto es mera semántica y miles de perros se siguen muriendo”, agregó Li.
Luego relató las escenas que vio en los mataderos. “El lugar estaba lleno de sangre, con vísceras de perros y gatos por todos lados y animales recién sacrificados colgando de todos lados”.
Li vio además “dos jaulas de alambre llenas de gatos esperando ser sacrificados al día siguiente. Ellos sufrían las consecuencias de un viaje muy largo, sin alimentos y enfermedades. Algunos llevaban aún los collares”, evidencia de que habían sido robados.
Desde la plataforma Change.org, miles de personas han pedido a la gobernación que cancele el festival. “Estamos muy tristes por saber que el festival aún existe en esta sociedad moderna y civilizada. Creemos que este evento no tiene lugar en el siglo XXI. Nos oponemos enérgicamente a esta barbarie”, dice en su encabezado la petición, que ya superó las 200 mil adhesiones.
Comer perros en China es legal y ninguna ley protege el bienestar de los animales domésticos. Se cree que el país mata entre 10 y 20 millones de mascotas para consumo.