Quinto sábado de protestas en medio de una huelga nacional general que pide la salida de Emmanuel Macron: Así recibe Francia a una nueva jornada de los chalecos amarillos.
Este es el quinto sábado en que las y los franceses agrupados bajo el movimiento ciudadano de los chalecos amarillos, protestan en varias ciudades de Francia, principalmente en París, contra las políticas neoliberales del presidente Emmanuel Macron.
Debido al reciente atentado de Estrasburgo, ocurrido el pasado 11 de diciembre y donde cuatro personas fueron asesinadas, la convocatoria de esta jornada fue menor a las anteriores. Según el ministro del Interior francés, fueron 35.000 las y los asistentes en todo el país.
«Está más tranquilo, pero creo que el próximo sábado y los sábados siguientes volverá», dijo uno de los manifestantes, Loic Bollay, de 44 años.
La protesta se expandió por los Campos Elíseos, siendo reprimida con la violencia habitual que ha estado ejerciendo la policía francesa contra los chalecos amarillos. Este sábado fueron más de 8.000 los agentes policiales desplegados.
Pese a que la semana pasada Emmanuel Macron accedió a no llevar a cabo el alza del gas -medida que impulsó el nacimiento de las protestas-, el pueblo de Francia no bajará las movilizaciones y anunció que seguirá en las calles persiguiendo demandas más profundas: Disolver la asamblea nacional y llamar a un referendo de iniciativa popular que contemple la posibilidad de un revocatorio presidencial, para sacar al actual mandatario.
Desde el inicio de las movilizaciones, el 17 de noviembre, siete personas han muerto en el marco de las protestas. Asimismo, cada jornada registra centenas de detenidos. El accionar de la policía para dispersar a la ciudadanía ha sido duramente criticado por organismos internacionales.