El carpintero Lisala Folau, de 57 años, quien padece problemas de movilidad sobrevivió 72 horas en el mar después del devastador tsunami que sufrió Tonga el pasado fin de semana.
Según el hombre rescatado por las autoridades, una enorme ola lo arrastró a alta mar, sin que pudiera hacer nada para volver a tierra firme.
«Tenga en cuenta que estoy discapacitado. No puedo andar bien y cuando lo hago creo que hasta un bebé puede ir más rápido que yo», declaró.
El carpintero jubilado afirmó que en ese momento decidió no contestar a los gritos de su hijo, pues temía que este pusiera su propia vida en peligro al tirarse al agua para rescatarlo, y decidió dejarse llevar por la corriente marina para tratar de sobrevivir.
«Simplemente floté, mientras me golpeaban las grandes olas que llegaban», dijo el superviviente, que llegó a la isla de Tongatapu, a 7,5 kilómetros de Atata, sobre las 22:00 horas del domingo (hora local), 27 horas después de que el mar lo arrastrara.
Atata ha sido una de las pequeñas islas completamente destruidas por el tsunami, provocado por la atronadora erupción del volcán submarino Hunga Tonga Hunga Ha’apa, la más violenta registrada en el planeta en las tres últimas décadas.