Un jovencito de 14 años fue detenido como sospechoso de matar con arma blanca a un niño de 6 años, en la pequeña comuna de Pragsdorf, al noreste de Alemania.
El niño fue encontrado gravemente herido en un matorral el 14 de septiembre después de que sus padres lo reportaran como desaparecido. Aunque los rescatistas intentaron reanimarlo, murió más tarde en el hospital.
Los investigadores encontraron cerca de la escena del crimen un cuchillo con las huellas de ADN de la víctima y «con una probabilidad muy alta» las del sospechoso, indicó la policía en un comunicado.
El adolescente ya había despertado sospechas antes del análisis de ADN haciendo declaraciones contradictorias, siendo el último en ver al niño vivo.