Diecinueve suman los muertos confirmados hasta este sábado por el Cuerpo de Bomberos del estado brasileño de Sao Paulo, como consecuencia de los deslaves ocasionados por lluvias intensas y duraderas ocurridas la víspera allí.
Otras seis personas están reportadas como desaparecidas, 19 recibieron heridas y más de mil 700 fueron desplazadas de sus hogares a las casas de familiares o amigos, o perdieron sus viviendas, indicó la propia fuente.
Los mayores daños en la región metropolitana los sufrieron las localidades de Francisco Morato, donde murieron ocho ciudadanos, y Mairiporá (4).
En el caso de los decesos, precisó, la mayoría fueron por enterramiento, como consecuencia de deslizamientos de tierra que sepultaron sus domicilios.
Fuentes del Instituto Nacional de Meteorología consultadas por el diario Folha de Sao Paulo significaron que en algunas localidades llovió entre la noche del jueves y el amanecer del viernes el equivalente a todas las precipitaciones esperadas para el mes de marzo.
Citaron como ejemplo la presa de Cantareira, cuya capacidad de embalse pasó del 35 al 99 por ciento apenas en una noche.
La propia publicación difundió hoy los resultados de un levantamiento hecho a partir de datos oficiales, según el cual de los 65 millones de reales (más de 17 millones de dólares) previsto para reasentar a la población en situación de riesgo, el gobierno de Geraldo Alckmin (PSDB) no ejecutó ni un centavo en los últimos cinco años.
El periódico recordó que en enero de 2011, cuando ocurrió una tragedia similar, el mandatario estadual prometió construir 300 viviendas, de las cuales hasta la fecha no se entregó ninguna.