La falta de lluvias afecta a miles de familias y pone en riesgo el acceso al agua potable y el abastecimiento de alimentos, en siete departamentos de Bolivia.
En las últimas horas, las regiones que han declarado «emergencia» por la falta de agua son Chuquisaca, Cochabamba y La Paz.
En La Paz, capital administrativa más alta del mundo ubicada al oeste, las autoridades decidieron no racionar el agua pese a que las represas de la ciudad están a menos del 50% de su capacidad. No obstante, anuncian estrategias para economizar el agua y reutilizar aguas grises.
Sin embargo, en Potosí, ciudad en el altiplano del suroeste de Bolivia, sus habitantes enfrentan un difícil proceso de adaptación.
Ante la escasez de agua en los grifos, les ha tocado ir al río a lavar ropa y las madres pagan para darle a sus hijos un baño en aguas empozadas por primera vez en varios días.