A partir de este año Austria autorizó el suicidio asistido en pacientes con enfermedades crónicas o terminales, luego que el Parlamento Nacional aprobara una ley el pasado mes de diciembre.
El texto de ley excluye literalmente a los menores de edad y a aquellas personas que sufran de problemas de salud mental.
Además cubre a todas las personas que no tienen posibilidades de recuperación, brindándoles el derecho a morir bajo sus estrictas condiciones.
Los adultos que quieran terminar con su vida deberán someterse a un diagnóstico y una evaluación siquiátrica que demuestre su capacidad para tomar esa decisión.
El procedimiento indica tener una cita con dos médicos, un período de reflexión y una notificación certificada ante un abogado o notario. Una vez aprobado todo esto el paciente recibirá una receta para acceder a los medicamentos letales en una farmacia.
Cabe destacar que la asistencia activa al suicidio sigue estando prohibida en Austria.