Gonzalo López, de 46 años, un asesino que estaba prófugo desde el 12 de mayo, cuando escapó de un autobús de la cárcel apuñalando a su conductor, fue abatido a balazos ayer jueves tras matar a una familia de cinco personas y robar su camioneta en una cabaña rural de Texas.
Un vocero del sistema penitenciario de Texas dijo que López murió anoche a 354 kilómetros al sureste de Centerville, Texas, donde asesinó en su cabaña a un adulto y cuatro menores de edad, miembros de una familia de Houston, y luego les robó su camioneta pickup.
«Los agentes del condado de Atascosa localizaron el vehículo robado, lo inutilizaron con bandas de picos y se registró un tiroteo», apuntó Jason Clark, portavoz del Departamento de Justicia Penal de Texas.
Se creía que López estaba escondido cerca de la cabaña, cuando las autoridades recibieron la llamada de alguien preocupado por no tener noticias de un familiar mayor, añadió el vocero.
Los agentes acudieron a la casa, ubicada en la Ruta 7 de Texas, a eso de las seis de la tarde y encontraron los cadáveres de las cuatro personas asesinadas.
El portavoz agregó que el fugitivo formaba parte de la pandilla carcelaria Mexican Mafia y tenía vínculos en el sur de Texas.
López fue sentenciado a cadena perpetua en 2016 por asesinar a un hombre en la frontera entre Texas y México. Había sido objeto de una búsqueda intensiva desde su fuga de un autobús de la prisión el 12 de mayo.