El operativo de seguridad montado en Río de Janeiro durante los Juegos Olímpicos tiene un objetivo principal: evitar cualquier tipo de atentado. En este contexto, una maleta olvidada en cualquier sitio es considerada un elemento peligroso y, como tal, debe ser destruido.
Esto le ocurrió a Cindy Lloyd, quien apresurada por ver a su hija Carli, voleibolista estadounidense, dejó su equipaje en la zona del check-in del crucero en donde se hospedaría y nunca más volvió a verlo.
La maleta contenía una botella de shampoo que “se parecía mucho” a una bomba
Según explicaron los agentes de seguridad, los perros cazabombas se detuvieron al ver las maletas de la estadounidense y luego de pasarlas por los rayos X, la policía advirtió que éstas contenían un teléfono móvil extra, un cargador y una botella de shampoo que «se parecían mucho» a una bomba.