Una niña inmigrante de 6 años y de nacionalidad guatemalteca fue abusada sexualmente en un albergue en Arizona, desatando las críticas de políticos y organizaciones sociales contra la estrategia de separación familiar del Gobierno de Donald Trump.
«Esta política quería castigar a los padres al separarlos de sus hijos, ahora los más afectados son los niños. Aparte del trauma psicológico por la separación también están sufriendo a manos de depredadores sexuales en estos albergues», dijo Lydia Guzmán, represente de la Liga de Ciudadanos Latinoamericanos Unidos.
La menor y su madre entraron a Estados Unidos el pasado 24 de mayo a través de la frontera de Texas, huyendo de la violencia de Guatemala, y dos días después fueron separadas y la menor enviada a un albergue a las afueras de Phoenix.
La familia hizo la denuncia a organizaciones civiles y según documentos del mismo albergue a la menor la hicieron firmar un documento que indica que la niña debía mantenerse lejos de su abusador.