Treinta personas resultaron heridas este domingo durante el aterrizaje forzoso de un vuelo de la aerolínea Turkish Airlines procedente de la ciudad de Estambul (Turquía) en el Aeropuerto JFK de la ciudad estadounidense de Nueva York.
En el avión viajaban 326 personas y 21 tripulantes pero unos 45 minutos antes de aterrizar sufrió serias turbulencias mientras sobrevolaba el Océano Atlántico. Debido a la fuerte sacudida unas 29 personas resultaron heridas en el aire, la mayoría de ellas sufrieron hematomas, heridas y cortes.
Una azafata resultó con una pierna fracturada y los demás heridos fueron trasladados a hospitales cercanos.