Diez soldados turcos y ocho civiles perdieron la vida este domingo tras un ataque suicida contra un puesto de control militar ubicado en la provincia de Hakkari, según informaron las autoridades de ese país.
Un integrante del forajido Partido de los Trabajadores del Kurdistán detonó los explosivos que llevaba consiguo dentro de una camioneta que se encontraba en un puesto de seguridad ubicado en el distrito de Semdinli.
Estiman que el hombre explotó unas cinco toneladas de explosivos dejando un cráter de seis metros de profundidad en la escena y dañando varios edificios a la redonda.