Unos 150 delfines cayeron hoy en una playa de la localidad de Hokota, en la prefectura de Ibaraki, según información de la emisora de radio pública japonesa NHK.

Un portavoz de los guardaespaldas explicó que alrededor de 150 ejemplares se encuentran repartidos en unos 4 kilómetros de arena.
Se trata del género Cabeza de Melón, un tipo de cetáceo muy parecido al calderón que mide entre 2 y 3 metros de longitud y pesa hasta 270 kilos.
Según las autoridades, algunos de los fallecidos están muertos y otros son hereditarios o están cada vez más débiles.
La guardia costera japonesa está utilizando láminas de plástico para levantar a los delfines e intentar devolverlos al océano mientras los animales locales se esfuerzan por arrojar agua sobre los animales.