¡El colmo! Mujer estuvo a punto de dejar a su marido al enamorarse de falso Enrique Iglesias

Guadalupe Cepeda, una mexicana de 63 años de edad, fue engañada por un individuo que se hizo pasar por el cantante español Enrique Iglesias. El hombre, con quien se mensajeó por dos años, le hizo creer que la amaba y le pidió dinero en varias ocasiones.

Todo comenzó cuando Guadalupe se unió a un club de fans del cantante, pues poco después recibió un mensaje de alguien que aseguraba ser el intérprete de “No me digas que no”.

Ante la emoción, la mujer no tuvo tiempo para dudar de la identidad del famoso e iniciaron una relación romántica a través de mensajes. La conversación y palabras del hombre hicieron que la mujer se enamorara, lo que hizo peligrar su matrimonio.

“Enrique si me estás viendo, lo que siento es sincero. Mi matrimonio se está yendo porque estoy enamorada de ti”, dijo entre llanto Cepeda a un programa internacional de televisión.

La mujer compartió algunos mensajes de texto que le envió el falso Enrique Iglesias durante los dos años que tuvieron una relación, entre ellos donde le promete comprarle una casa y le muestra un anillo de compromiso para ella.

“Es que yo te amo y siempre voy a estar contigo. Si tu marido no te quiere aquí estoy yo. Te quiero y para toda la vida”, contó Cepeda sobre uno de los mensajes que recibió del impostor.

El romance cibernético de Guadulupe Cepeda con el falso Enrique Iglesias quedó al descubierto cuando su esposo, Martín Pérez, llegó de su trabajo y encontró a la mujer con maletas a punto de huir.

“Me dijo –Guadalupe– que estaba enamorada y que se iba a ir con Enrique. Sí está ilusionada y le dije ‘si es el verdadero Enrique adelante’”, reveló Martín Pérez al programa televisivo.

Después de esto, Martín Pérez se dio a la tarea de investigar el número telefónico del que le enviaban mensajes a su esposa, pero descubrió que tiene el código de área de Nigeria.

Respecto al dinero, Guadalupe Cepeda contó que el estafador le pidió dinero tarjetas de regalo y fotos desnuda, que ella se negó a enviar.

“Dice que le duele mucho la cabeza por estar mucho metido en la computadora y que necesita arreglarla. Le digo ‘no tengo dinero, no trabajo. ¿Cómo te voy a estar mandando? Hago lo posible por mandarte una, de vez en cuando, pero no puedo’”, reveló la desilusionada mujer.

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