El pasado jueves por la noche la top model Kate Moss fue fotografiada descendiendo de su vehículo, rumbo a una fiesta con amistades, luciendo un vestido negro hasta las rodillas cubierto por extrañas manchas blancas.
La británica de 41 años, quien estuvo previamente en la apertura del restaurante Sexy Fish en Londres, tenía una mirada perdida cuando descendió de su camioneta para entrar a la fiesta posterior en el restaurante-bar Chiltern Firehouse y caminaba dando traspiés.
De acuerdo con el “Daily Mail”, el vestido se manchó “con algo” durante el trayecto de un sitio a otro, ya que el atuendo de la modelo lució impecable durante el primer evento.
Si bien nadie se anima a decir directamente de dónde proviene ese polvo blanco, los medios apuntan a la posibilidad de que Kate haya recaído en la adicción. O quizás, simplemente sea maquillaje.