Palmeadoras de tortillas no se detienen ni siquiera en Semana Santa

Sandra Ramírez tiene 35 años de vender tortillas y este Jueves Santo no fue la excepción para dejar de ofrecerlas, muy al contrario comentó que estos días es cuando la demanda crece.

Ramírez es habitante del barrio Cristo del Rosario y junto a su sobrina Katherine Medina se levantaron desde las 4:30 de la mañana para empezar su jornada.

Comentó que prepiaron con un quintal de maíz para vender más de mil tortillas, cuyo precio es de dos córdobas cada una.

La tortilla es uno de los bastimentos que jamás falta en el platillo de los nicaragüenses, ya sea para el desayuno, el almuerzo o la cena.

Por lo que Doña Sandra atiende a su clientela de lunes a domingo para que no falte ese bastimento.

Comentó que solo descansara este Viernes Santo para poder disfrutar de su piscina, pero el sábado y el domingo vuelve al fogón.

La mujer que estaba a chorros mientras palmeaba, dijo que fue gracias a su abuelita que ella aprendió darle forma a la tortilla.

«Tenía 10 años cuando yo me acercaba a ver y jugando jugando aprendí y hoy es mi sustento de vida», finalizó.

Este Jueves Santo casi el 70 por ciento de los establecimientos se dieron su receso mientras los prestadores de servicios turísticos, de alimentos y bebidas es cuando más divisas generan y aprovechan al máximo para posicionar sus negocios y productos.

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