Los panificadores nicaragüenses resistieron el impacto negativo que trajo a la economía el intento de golpe del año pasado, pues gracias a las acciones conjuntas con el Gobierno Sandinista han logrado superarlas paulatinamente, y ahora reportan un incremento en la generación de ingresos e incluso avizoran futuras inversiones.
Juan Pablo Estrada, Presidente de la Cámara del Pan, dijo que la industria panificadora nunca se ha parado, siempre está trabajando en medio de la crisis, la industria panificadora sigue creciendo, estamos diciendo a los hermanos centroamericanos que vengan a invertir aquí, estamos esperando que vengan nuevos inversionistas, y esperamos que los nicaragüenses estemos defendiendo este pan comprándolo.
«En los meses del 18 de abril se ha perdido un 30% o 40% de la capacidad de empleo que habíamos empleado. A raíz de que se ha venido recuperando hemos venido prácticamente recuperando de ese 40%, recuperamos un 25%, todavía nos falta ese 15%, para cerrar el año con un 10%», agregó Estrada.
La recuperación del empleo y del mercado, producto de las negociaciones con el Gobierno, es que muchos espacios que se habían perdido por las importaciones de mucho pan extranjero se están recobrando.
Los panificadores de Nicaragua reciben un precio de la harina más bajo que el resto de países de Centroamérica, eso es producto de las negociaciones del Gobierno con el mercado internacional; el mercado internacional lo compra a un precio bastante favorable y lo subsidia en un 40% a Nicaragua para que el pan tenga un precio no tan alto como en otros países.