Lidia Hunter
“Si amas a tus padres, tienes que amar el país donde ellos nacieron”. Es así como Scarlett Torrez-Uribe explica su amor por Nicaragua, aunque apenas conoce el país, pues nació en Estados Unidos. Sueña con instalarse en Chinandega, de donde es originaria su familia, pero mientras ocurre el milagro está tratando de conquistar New York con las exquisiteces de su cocina.
Este verano abrió, junto a su esposo y dos socios, (Michel Uribe y Angel) Demitasse Coffee and Tea, la primera cafetería de la ciudad que ofrece guirilas, quesillo, tortillas de maíz echas a mano, rosquillas, picos, cosa de horno, chicha, cacao y otras delicias nicaragüenses, todo hecho en casa de Scarlett con la ayuda de su madre.
Mientras sirve a un cliente la versión de quesillo que su esposo Sergio Uribe, adaptó para el consumidor local, Scarlett cuenta que su papá atravesó el Río Bravo en 1982. Fue atrapado por los policías fronterizos y permaneció seis meses en una prisión de Texas; allí jugó baseball y trabajó en la cocina; con sus ahorros pagó la fianza, salió y se trasladó a New York, donde conoció a la que hoy es su esposa y madre de Scarlett; ella también había cruzado el Río Bravo en 1985, pero con mejor suerte. Hoy, Su papá trabaja con camiones y la madre es asistente de enfermería.
Nacieron los niños, pero los padres no aprendieron inglés porque trabajaban a tiempo completo para sostener el hogar, de tal forma que “las peleas con mis hermanitos eran siempre en inglés, para que ellos no entendieran”. Hoy trata de inculcar a sus dos pequeños, el amor por Nicaragua y Colombia, de donde es originario su esposo y se comunica con ellos en inglés y en español.
Scarlett trabaja como recepcionista, estudia sicología y en su tiempo libre apoya el negocio. Dematisee Coffee and Tea apenas abrió sus puertas al público en la última semana de julio. “Empezamos a hablar del negocio en febrero para prosperar como familia. Tenemos que coger riesgos y puse a mi esposo contra la pared para que lo hiciéramos. Él también trabaja en un bar, porque no podemos, por ahora, depender de esto”.
Cuenta que “la comunidad nicaragüense ha respondido muy bien” gracias a información publicada en redes sociales. Clientes de otros países “se sorprenden porque no sabían que había otro café en la zona, pero todo el que entra le ha gustado el lugar, que luce super rústico y hippy”. Abrir otro local con el mismo concepto y a futuro abrir “un restaurante nicaragüense exclusivamente solo de nosostros para proyectar nuestra cultura y poner a Nicaragua en el mapa de los new yorquinos”, es su sueño.
A corto plazo, ya están planeando “implementar una noche nica o un brunch nica, donde la comunidad nicaragüense se pueda reunir y disfrutar”, pero con un atractivo también para que los americanos puedan disfrutar la cultura nica.
Los cafés abundan en New York, pero éste marca la diferencia con su oferta de delicias originarias de Nicaragua. Pero “es complicado abrir un negocio donde nadie te conoce y donde el mercado está saturado. Además, las regulaciones son muy estrictas”, explica Scarlett.
Dematisse Coffe and Tea, tiene 24 sillas, atiende de siete de la mañana, a siete de la noche, todos los días de la semana, ofrece servicio gratis de Wifi y muy pronto espera recibir licencia para vender alcohol. Este café está ubicado en el 973 de Columbus Avenue, esquina con la calle 108, a dos bloques de la entrada nor-oeste de Central Park y cerca de la estación 110, de los trenes 1 y C. En los alrededores hay varias escuelas, muy cerca está la Columbus University, el parque Riverside y el hospital Mount Sinai.