La nicaragüense Felícita Lucrecia Soza, de 49 años, falleció ahogada cuando intentaba cruzar el Río Bravo entre México y EEUU, luego de haber sido retenida por el grupo delictivo de Los Zetas.
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Conocidos de la infortunada dijeron que Felícita viajaba con una hija luego de que una sobrina pagó 4 mil dólares a un coyote por cada una para que las llevara hasta suelo norteamericano.
Sin embargo el cruce del río estaba a cargo de Los Zetas, quienes las retuvieron por 14 horas sin comer e ingerir líquidos y repentinamente a las 3 de la mañana les dijeron que las iban a cruzar.
Se afirma que Felícita Soza salió el 4 de febrero del reparto Monserrat, de la ciudad de Chinandega, y al momento de cruzar el río estaba débil ya que sufría de diabetes, mientras el caudal del río estaba muy fuerte.
Se conoció que la mujer iba atada a un mecate de sus caderas pero la corriente era tan fuerte que la arrastró y murió por sumersión.
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Felícita había vivido 22 años en Estados Unidos donde tuvo una hija, sin embargo durante todo ese tiempo no logró obtener documentos que la legalizaran, por lo que viajó a Nicaragua a ver a sus otros hijos.
Pasados 9 meses en territorio nicaragüense, la chinandegana decidió irse de nuevo porque ya conocía el camino, pero esta vez no corrió con tanta suerte como la primera vez, y perdió la vida.
El cuerpo de Felícita Soza permanece en una morgue en México en tanto su hija menor está haciendo gestiones para ver si puede llevarlo a Estados Unidos.