La Dirección Nacional de Delitos contra la Vida, Muertes Violentas, Desapariciones, Extorsión y Secuestros de Ecuador continúa investigando la muerte de la nicaragüense Juana María Mendoza Zepeda, de 39 años de edad, ocurrido en Guayaquil.
Juana María era originaria de la ciudad de Chinandega y fue hallada sin vida con señales de violencia en un cuarto del hotel en donde se había hospedado con el ecuatoriano Miguel Ángel Castillo Sigüenza, quien la contactó a través de las redes sociales.
La familia informó que Juana María tenía 7 años de vivir en Panamá, donde encontró trabajo y cada año viajaba a Nicaragua para ver a sus hijos.
En abril Juana vino a Nicaragua y el 6 de ese mes, partió de Chinandega rumbo a Ecuador para reunirse con el sujeto que conoció a través de Facebook y entre sus pertenencias llevaba 4 mil dólares, tarjetas bancarias y una computadora portátil.
Esa era la primera vez que se reuniría con el ecuatoriano con quien sostenía una relación de amistad a través de Internet. Ella viajó para conocerlo pero se enamoró y apenas un mes después encontró la muerte.
El día del crimen el ecuatoriano se comunicó con la madre de Juana María y le preguntó sobre ella, simulando que se habían separado, situación que le extraño a la señora, porque la víctima le contaba todo.
Según la madre, unos días antes, Juana María le había enviado fotografías y videos en que aparecía feliz con el ecuatoriano, e incluso el sujeto las había publicado en su cuenta de Facebook pero luego se encargó de eliminarlas y cambiar elnombre de Miguel Ángel Castillo al de Mix Djcuervo Luis.
La muerte de la pinolera fue reportado por los trabajadores del Hotel, al no ver salir de la habitación a la huésped que días antes había llegado acompañada de un hombre con el que supuestamente había estado discutiendo.
El crimen fue reportado el pasado miércoles, cuando las autoridades ecuatorianas avisaron a los familiares en Nicaragua.
El cuerpo permanece en una morgue de Guayaquil. Se necesitan unos 10 mil dólares para traerlo aunque existe la opción de cremarla y se requieren de 5 mil dólares para traer sus cenizas para darle cristiana sepultura, dijo un familiar.
Como parte de las evidencias las autoridades tienen fotografías, mensajes de texto y otras pruebas que incriminan al ecuatoriano como el autor de la muerte de la nicaragüense, quien dejó a su familia en el reparto La Resistencia, de Chinandega para irse detrás de una atracción letal.