En el cementerio municipal de Santo Tomás, recibieron cristiana sepultura este lunes el reconocido pelotero Jaime Vargas Fonseca, de 52 años, y su esposa, la enfermera Mariana Cabrera Cano, de 48, quienes murieron ayer domingo cuando el bus en que viajaban cayó a una hondonada en la vuelta de Timulí, en Santo Domingo, Chontales.
Las honras fúnebres del matrimonio fueron concluidas con el mensaje de esperanza en la resurrección de un delegado de la Palabra, quien brindó palabras de aliento y de fe a la familia doliente, allegados y amigos.
Al momento de la fatalidad, el autobús transportaba a los jugadores del equipo Mayor A, del municipio de Santo Tomás, Chontales, hacia el municipio de El Ayote, en el Caribe Sur, donde sostendrían un encuentro deportivo.
El bus era conducido por Jaime Fernando Lazo González, quien fue detenido cuando estaba detrás del centro de salud del municipio de Santo Domingo, a donde se trasladó por sus propios medios.
De manera preliminar se conoció que Lazo González viajaba a exceso de velocidad cuando perdió el control, se salió del camino y cayó a la hondonada.
“Varias veces le dijimos que bajara la velocidad porque iba demasiado rápido, pero no hizo caso”, dijeron sobrevivientes del hecho.
En el accidenta también hubo 27 personas lesionadas, entre jugadores y acompañantes, quienes fueron trasladados en carros particulares y ambulancias hacia el centro de salud de Santo Domingo y el hospital regional Asunción, de Juigalpa.
Entre los lesionados están el pequeño Jaime Vargas Cabrera, de 12 años, hijo de los fallecidos, quien resultó con una fractura en la rodilla izquierda, por lo cual fue transferido al hospital Manuel de Jesús Rivera “La Mascota”, para realizarle exámenes especializados.
Otros lesionados fueron Saydi Esperanza Gutiérrez, de 35 años, con una pierna fracturada; Orlando Moisés Ruiz Pérez, de 39 años, con fractura en el brazo izquierdo; Reyna Isabel Solano Duarte, de 49, con fractura en la rodilla derecha; y otros tres niños de 6, 7 y 9 años.
Tu Nueva Radio YA conoció que Jaime Vargas fue miembro del equipo Toros de Chontales, en la década de los 90, logrando imponer el record de más de 130 turnos al bate, sin poncharse.
Últimamente era miembro del cuerpo técnico del equipo Mayor A, del municipio de Santo Tomas.
En tanto, su esposa Mariana Cabrera era enfermera del centro de salud de la comunidad Los Mollejones, en Santo Tomás, de donde ambos eran originarios.