Este martes se cumplen 40 años desde el 9 de abril de 1984 cuando el Gobierno de Nicaragua demandó a Estados Unidos ante la Corte Internacional de Justicia, de La Haya, por los cuantiosos crímenes y daños provocados al pueblo nicaragüense, con su guerra de agresión.
El doctor Carlos Argüello, representante de Nicaragua ante la Corte Internacional de Justicia, recordó que la demanda presentada por Nicaragua era un caso sin precedentes en la Corte Internacional, pues nadie se había atrevido a demandar a Estados Unidos.
“Recurrir a la Corte era tratar de ponerle un freno a la agresión descarada de Estados Unidos que invadía países, provocaba daños, mataba, destruía puentes, carreteras, bombardeaba ciudades. Se marcó un hito, es un asunto del que nos debemos sentir orgullosos todos”, expresó el doctor Argüello.
El jurista internacional recordó que “entraron a Nicaragua con patrulleros de Estados Unidos y bombardearon y quemaron el único Puerto importante de Nicaragua, el Puerto de Corinto; es decir, eran acciones de ese tipo, ya ni siquiera estábamos hablando de un financiamiento para tropas autóctonas nicaragüenses. El objetivo era destruir”.
En el 40 aniversario de la presentación de la demanda contra Estados Unidos, Nicaragua recuerda que existe una deuda histórica con el pueblo nicaragüense que no ha sido saldada por los Estados Unidos.
Es una obligación claramente establecida en una sentencia firme de la máxima autoridad judicial internacional, la Corte Internacional de Justicia.
El 27 de junio de 1986 la Corte Internacional de Justicia emitió sentencia condenando a los Estados Unidos de Norteamérica a indemnizar a Nicaragua por todos los daños ocasionados como consecuencia de las actividades militares y paramilitares contra Nicaragua.
A pesar de que la Corte reconoció que en una situación de agresiones armadas como la ejecutada por los Estados Unidos, ningún tipo de reparación –ni económica ni moral– podía compensar la devastación del país, las pérdidas de vidas humanas y las heridas físicas y psicológicas del pueblo nicaragüense, la Corte decidió que Estados Unidos tenía la obligación legal de reparar económicamente a Nicaragua por todos los daños causados.
En su sentencia, la Corte de la Haya ordenó a Estados Unidos pagar a Nicaragua una indemnización por 17 mil millones de dólares.
Es en este contexto, en el que Nicaragua nuevamente ha sido víctima de agresiones, ahora llamadas eufemísticamente sanciones, y víctima de un intento de golpe de estado, que el pueblo de Nicaragua recuerda las difíciles condiciones bajos las cuales interpuso esta demanda histórica ante la Corte Internacional de Justicia.
Nicaragua retoma esta oportunidad para recordar que las sentencias de la Corte Internacional de Justicia son definitivas y de ineludible cumplimiento, y por lo tanto Estados Unidos tiene la obligación legal de cumplir con las reparaciones mandadas por la sentencia del 27 de junio de 1986.