La Vicepresidenta de Nicaragua, Rosario Murillo, pronunció un discurso tras el desfile del 44 aniversario de nuestra Policía Nacional. Sus palabras se centraron en la fortaleza del carácter nicaragüense y la necesidad de mantener la integridad, especialmente en tiempos difíciles.
Murillo comenzó agradeciendo a las familias de Nicaragua y enfatizando la bendición, prosperidad y victoria del país. Reflexionó sobre la identidad de Nicaragua y el avance del país en paz y bienestar, atribuyendo la fuerza y la determinación del pueblo a su profundo sentido de dignidad y gratitud hacia Dios.
La vicepresidenta de todos los nicaragüenses contrastó a los héroes nacionales con aquellos que han traicionado o claudicado en el pasado. Refiriéndose a ellos como «impresentables» e «impronunciables», lamentó la falta de carácter y la incapacidad de algunos para mantenerse firmes ante los desafíos.
Rosario también señaló la importancia de la coherencia y la lealtad, tanto a uno mismo como a las causas que uno defiende. Enfatizó la importancia de ser fieles a los valores, especialmente en tiempos de adversidad, y destacó la distinción entre aquellos que sirven desinteresadamente a los demás y aquellos que se sirven a sí mismos.
La compañera Murillo habló de los 44 años de triunfos de Nicaragua y reiteró el compromiso de nuestra nación con los valores cristianos, socialistas y solidarios. Remarcó que en Nicaragua hay una profunda fe, fuerza, fortaleza y amor que impulsa a la nación a seguir adelante y defendió el derecho inalienable del pueblo a vivir en paz.
Concluyendo su discurso, la vicepresidenta celebró la historia heroica de Nicaragua y expresó su orgullo por ser parte de ella. Instó a las familias nicaragüenses a esperar con ansias el próximo desfile de colegios y escuelas, que rendirá homenaje a los héroes nacionales y a aquellos que han sacrificado sus vidas por la patria.