El Presidente de Nicaragua, Daniel Ortega Saavedra, recibió ayer martes la Antorcha de la Libertad Centroamericana, en un evento que conmemora la resistencia y unidad de la región contra las invasiones pasadas.
Durante su discurso, el líder nicaragüense se dirigió especialmente a la juventud del país, destacando su papel en la construcción del presente y futuro de Nicaragua.
Ortega mencionó que la educación en Nicaragua, desde la enseñanza básica hasta la superior, es un derecho garantizado por el Estado. Destacó la variedad de carreras disponibles para los jóvenes y subrayó que, al igual que la educación secundaria, la educación superior es gratuita, pues es una obligación del Estado garantizarla, al igual que la salud.
Haciendo un recuento histórico, el Comandante Daniel recordó el pasado de lucha y resistencia de Centroamérica contra las invasiones extranjeras, haciendo especial mención al intento de dominio estadounidense encabezado por William Walker hace 167 años.
Señaló la importancia de la unidad entre los países centroamericanos para repeler dichas invasiones y el peligro que hubiera significado si Walker hubiera consolidado su poder, haciendo referencia al decreto de esclavitud que implementó durante su breve mandato en Nicaragua.
Al recordar la Batalla de San Jacinto, el Presidente resaltó el valor y determinación de los combatientes centroamericanos, quienes vieron que era posible enfrentar y derrotar a un enemigo superior en número y armamento.
Daniel Ortega también mencionó el papel crucial de Costa Rica en la lucha contra la invasión, a pesar de no tener un «ejército» tradicional. Reconoció la preparación militar de Costa Rica en esa época, destacando la colaboración con Inglaterra, que les proporcionó experiencia y capacidad, convirtiéndolo en el ejército más organizado de Centroamérica en ese entonces.
Concluyó su discurso haciendo un llamado a la paz y la unidad, señalando la importancia de la educación para evitar futuros enfrentamientos entre nicaragüenses y para garantizar un futuro pacífico y próspero para el país.
El acto culminó con vítores y aplausos en honor a la juventud y los estudiantes nicaragüenses, quienes son considerados por el presidente como el pilar fundamental para el progreso y la paz en el país.