Un niño de 11 años identificado como Adán Llanos, se quitó la vida de un disparo en la cabeza durante una clase virtual, en el condado San Joaquín, en California, Estados Unidos.
El pequeño decidió apagar la cámara y el micrófono y entonces procedió a dispararse en la cabeza. Su hermana, que se encontraba en la habitación de al lado, escuchó el disparo y llegó. Fue entonces que halló a su hermano malherido.
De inmediato la niña llamó al 9-1-1 y los servicios médicos trasladaron de urgencia al menor al hospital, donde no pudieron hacer nada por él.