Un menor de once años de edad, originario de Ticuantepe, Managua, resultó con severas quemaduras causadas por las chispas de un “arbolito de navidad”, que le quemó una de sus manos, y por lo cual desde el 23 de noviembre, lo tienen en la unidad de cuidados pediátricos de la Asociación Pro Niños Quemados de Nicaragua, Aproquen.
Se conoció que el pequeño consiguió algunas monedas con las que se fue a una pulpería donde irresponsablemente le vendieron el juego pirotécnico, y al encenderlo ocurrió el accidente que puso en peligro su vida.
El doctor Mario Pérez, director médico de Aproquen y cirujano plástico de la unidad de cuidados pediátricos, llamó a los padres a tener cuidado con sus hijos en esta temporada, pues “no hay pólvora segura. No existe una menos dañina o una más dañina. Toda es mala”.
En este caso estuvo de por medio el descuido de los padres y el hecho de que en un punto no autorizado a vender pólvora, como es una pulpería, se le venda este tipo de juegos pirotécnicos a los niños como si fueran caramelos.