De un disparo en la cabeza fue ultimada la mañana de este jueves la nicaragüense, María Magdalena Arévalo Lorío, de 41 años, frente a su casa en La Ponderosa, Curridabat, Costa Rica, cuando se dirigía a laborar como empleada doméstica.
Vecinos que pidieron no ser identificados por temor a represalias, indicaron que los asesinos de la pinolera andaban en una moto Honda color blanco.
La única situación que se relaciona con el homicidio es que hace más de un año, María Magdalena denunció un robo en su contra, tenía identificados a los sospechosos y la próxima semana debía declarar en contra de los sujetos en los tribunales.
El esposo de María Magdalena expresó que ella no se metía con nadie, no tenía problemas, tampoco los buscaba, y expresaba que no quería ir al juicio, del que se presume fue el motivo del asesinato.