La compatriota Ericka del Rosario Martínez Baltodano, de 46 años de edad, quien falleció durante un incendio en Honduras, será sepultada en una fosa común, si sus familiares no llegan desde Nicaragua para hacerse cargo de sus restos mortales.
Ericka Martínez Baltodano era originaria de Managua y murió calcinada por las llamas al incendiarse la casita construida con paredes y techo de zinc, que habitaba en la colonia Suyapa, de Tegucigalpa, el 28 de julio del año 2024.
Ya han transcurrido seis meses y el cuerpo de la pinolera continúa en la morgue de Tegucigalpa, debido a que no tenía familiares en Honduras.
Las autoridades de la morgue hicieron un llamado a los parientes de Ericka en Nicaragua para que lleguen a Honduras a reclamar sus restos y darle cristiana sepultura, porque de lo contrario serán sepultados próximamente en una fosa común.