No invitarlo a beber licor, no llamarlo por teléfono y mejor mantenerse a más de 500 metros de él, fue lo que la jueza Indiana Gallardo, titular del juzgado Noveno de Audiencias, dictó en contra de Mercedes Marian Arroliga quien estaba siendo acusada de lesiones por su ex marido Eduardo Meléndez Sandoval.
La decisión de la jueza se basó en el trámite de mediación que hicieron Eduardo y la Meche, quien casi lo mata a garrotazos después de beber guaro con él, a pesar de que ella tiene ya una relación con un hombre de la tercera edad identificado como Juan Bautista Pérez, pero que tiene mucho dinero.
“Guayo” y “La Meche pijeadora” tienen una hija en común, pero de vez en cuando al parecer echaban “una canita al aire”, para recordar viejos tiempos, mientras don Juan le enviaba dinero a ella de Estados Unidos, para mantenerla.
En el caso de la menor, la jueza Gallardo dijo que la custodia de la hija de ambos deberá ser vista por un juzgado de la Familia.
Como el amor es ciego, don Juan a pesar de saber que “La Meche” le era infiel, estuvo con ella en todo el proceso judicial dándolo consuelo, y hasta se rumora en los juzgados que le dio buenos billetes a Eduardo para que terminará el proceso.