El doctor Hugo España, toxicólogo y experto en adicciones, reveló que un 50 por ciento de los casos de abusos sexuales atendidos en el Instituto de Medicina Legal, son de mujeres que fueron sometidas por sus victimarios después de echarles drogas en bebidas alcohólicas, refrescos o en agua, en bares, discotecas y otros lugares públicos.
El doctor España dijo que entre las drogas más utilizadas para someter a las victimas están, la Escopolamina, también conocida como “Burundanga”, Diazepam, Alprozalam, Dormicum, Ketamina, Rohypnol, la GBH también llamada Easy Ley, Fantasy o Cherry Meth y la llamada Soma, conocida como Danz.
Detalló que las drogas que facilitan el abuso sexual generalmente tardan entre 15 a 30 minutos en hacer efectos después de ser ingeridas y pueden durar entre tres y ocho horas. Todas las sustancias pueden encontrarse en forma líquida, polvo o pastillas y no tienen olor ni sabor, por lo cual es difícil detectarlas a tiempo, indicó.
El especialista recomendó a las mujeres no confiar en nadie, elegir bebidas que estén en recipientes cerrados, comprar personalmente lo que se va a tomar y ver mientras se la sirven; no dejar sus bebidas solas y evitar bebidas que contengan dulces u otros objetos dentro de ellas porque es más fácil ocultar las drogas.
Asimismo, el doctor España dijo que las personas que son víctimas de abusos sexuales a través de estos métodos deben de interponer su denuncia ante la Policía Nacional de forma inmediata y luego llegar a Medicina Legal en cualquier día y hora, para hacerles los exámenes respectivos y la valoración correspondiente.
En el caso de las personas que han perecido en moteles u hoteles mientras sostenían sexo, estimó que son pocos los casos asociados al uso de las drogas para dormirlos y robarles, sin embargo dijo que el riesgo siempre está latente, ya que quien se la administra a las víctimas no sabe qué tipo de enfermedades padece y las matan sin querer.
El experto dijo que lo mismo sucede en los casos de vigilantes que reciben refrescos de visitantes extraños y hasta de supuestos amigos que los dejan dormidos como recien nacidos para después meterse a robar en los negocios o despojarlos de sus armas de reglamento, por lo cual recomendó no beber nada que no sea de alguien de absoluta confianza.