La Policía Nacional ya logró identificar a las dos personas que la mañana de ayer viernes fueron encontradas asesinadas y metidas en un saco rojo de bramante a orillas de una poza en la finca de Rosalba Moreno, en la comarca La Palanca, a 21 kilómetros al sur de Quilalí, en Nueva Segovia.
Las autoridades indicaron que los cadáveres hallados en estado de descomposición son los de Catalina Jeannette Navarrete García, 25 años, y su hijo Héctor José Calero García, 6 años.
Según el dictamen Médico Forense del doctor Pedro Matute las víctimas tenían entre 6 y 8 días de fallecidos; presentaban heridas de machete en cuerpo, la madre fue maniatada y decapitada, y el niño asfixiado. El cuerpo de la mujer estaba prácticamente desnudo y el de su hijo sin camisa.
Las víctimas eran originarias de la comunidad Linda Vista del Socorro, sector anexo a La Palanca, en donde el pequeño cursaba el primer grado de primaria.
Un equipo de la guardia operativa a cargo del comisionado Nixon Morán, jefe de auxilio judicial de la Policía en Nueva Segovia, se encuentra en el lugar en compañía de familiares de las víctimas, realizando las investigaciones del caso.
En otro caso similar, el viernes de la semana pasada, Gerald Mejía Zúniga, de 18 años, mató a garrotazos a Cruz María Dávila Téllez, de 64 años y su hija Gladis Vladimira Reyes Dávila, de 42 años, en la comunidad La Virgen, al norte de Kukra River, en Bluefields, Caribe Sur, porque supuestamente lo difamaron como ladrón en el sector.