Aunque Medicina Legal aún no ha confirmado mano criminal, familiares de la trabajadora sexual Hazzel Johana Mejía Traña, de 36 años, sospechan que pudo haber sido víctima de una colega de trabajo o asesinada por dos sujetos que supuestamente la subieron a una camioneta, en el sector de Bello Horizonte.
Hazzel Johana Mejía Traña desapareció el domingo tras salir de su casa en las Américas Dos, de la capital, y aunque se mantenía ofreciendo sus servicios en el sector de La Subasta, fue hallada muerta en un predio montoso del lugar conocido como La Montañita en la comarca Sabana Grande, Distrito Siete.
Tras la desaparición de la mujer, sus hijos se comunicaron con Tu Nueva Radio Ya para pedir información a la población que pudiera haberla visto, sin embargo fue hasta las tres de la tarde de este miércoles cuando fue localizada sin vida, y la policía llamó a su familia para que llegara a identificarla en la morgue.
Fue de esa manera que Tatiana Julissa Ortega Traña reconoció el cuerpo de su hermana Hazzel en la morgue del Instituto de Medicina Legal gracias a las sandalias poco comunes que andaba puestas, ya que su cara estaba irreconocible y hasta el pelo se le había caído, debido a que estaba en descomposición.
La adolorida mujer dijo que su hermana brindaba servicios sexuales desde muy joven y supuestamente la Policía está investigando a cinco de sus colegas de trabajo, ya que recientemente tuvo un altercado con una de ellas porque Hazzel ganaba más dinero por la preferencia que le daban los clientes.
“No vamos a descansar, no fue un animal al que mataron, y vamos a hacer justicia por mi hermana, porque ella no merecía morir de esa manera, ya que era una persona alegre, carismática, sí te podía ayudar, te ayudaba, siempre estaba ahí para la gente”, dijo Tatiana.
La mujer lamentó que su hermana haya caído en el vicio de las drogas y afirmó que ella no necesitaba trabajar, sino que se iba a ejercer su oficio para comprar y consumir los estupefacientes, los que nunca quiso dejar a pesar de las súplicas de su mamá, doña Lucrecia Francisca Traña, quien se encuentra destrozada.
Hazzel Johana Mejía era madre de dos varones, de 23 y 20 años, respectivamente, y de una jovencita de 19 años, quien tiene un niño de 5 meses.
La familia doliente se dispuso a realizar una colecta para poder comprar una caja hermética y poder velarla, en tanto la Policía Nacional continúa las investigaciones en torno a las dos hipótesis: la de que pudo ser víctima de la envidia de una colega, o haber sido muerta por sujetos desconocidos.