Colin Coyne, un indigente estadounidense de 62 años de edad, que caminaba desorientado y en estado deplorable por las calles de Jinotepe, Carazo, falleció en el hospital Lenin Fonseca, a causa de un trauma cráneo encefálico severo que sufrió en circunstancias desconocidas.
Coyne era originario de Washington D.C., donde tenía dos hijos, vivió un tiempo en Costa Rica y hace varios años se vino a Nicaragua con una mujer de quien se enamoró y con quien se estableció en el barrio Sandino, de Dolores, Carazo.
Sin embargo desde hace varios meses, el extranjero quedó solo, perdió la razón y comenzó a deambular por distintos lugares de Jinotepe, al extremo de dejar botados sus documentos personales en el parque Los Chocoyitos.
Pobladores de Jinotepe recuerdan que Colin Coyne se mantenía hambriento, deshidratado, en estado anémico, con enfermedades crónicas, sangrando de las fosas nasales y con los brazos morados y con excoriaciones.
Con intenciones de ayudarle, habitantes de Carazo informaron de su caso a la Embajada de Estados Unidos en Managua, sin embargo no le ayudaron y ahora su cuerpo permanece en la morgue del hospital Manolo Morales, hacia donde fue trasladado desde el Lenin Fonseca.