La tarde de este lunes, autoridades de la Alcaldía de Managua, inauguraron los 60 altares elaborados en honor a la Concepción de María, en la Avenida de Bolívar a Chávez, dando inicio así el Novenario de la Purísima en todo el territorio nacional.
Los altares construidos con mucho amor y cariño por trabajadores de las instituciones del Estado, fueron inaugurados por la compañera Reyna Rueda, alcaldesa de Managua.
“Hoy hacemos un recorrido en los 60 altares en homenaje a nuestra madre santísima, la madre de Dios…Somos un pueblo de fe, cristiano que celebramos a nuestra madre santísima desde el corazón, son fiestas únicas en nuestro país y la celebramos con mucho amor, pidiéndole a nuestra madre santísima que siga intercediendo ante Dios por nosotros para que reine la paz, la armonía, la solidad entre nosotros”, dijo la alcaldesa.
Además, destacó el orgullo de las familias nicaragüenses de celebrar nuestras tradiciones, religiosidad y sobretodo la fe, la alegría de vivir en Paz, lo que nos permite disfrutar de las Fiestas Navideñas, en unión familiar, compartiendo esa cena en nuestras mesas y recordando a nuestros seres queridos que no nos acompañan.
Los 60 altares, fueron adornados con luces de colores, vistosas flores, juguetes tradicionales como: matracas, chichiles, abanicos y sombreros de palmas, maracas, carritos de maderas y mucho más.
El altar de la Empresa Portuaria Nacional (EPN), elaborado con mucha devoción mariana lo componen elementos como una grúa, y un barco que representa la carga, banderolas alusivas a los puertos turísticos del país.
De manera simultánea en la Avenida de Bolívar a Chávez, los emprendedores ofertan a los asistentes camisetas, gorras, manteles, entre otros productos con imágenes alusivas a la Purísima Concepción de María.
Además, se venden los dulces tradicionales de la Gritería como: cajetas de leche, coco, gofios, huevos chimbos, leche burras. También venden frutas como manzanas y uvas.
La celebración de la Concepción de María inició en el departamento de León, un 7 de diciembre de 1857, con el tradicional grito de ¿Quién causa tanta alegría?… La Concepción de María.
