Los terroristas de la derecha causaron y continúan causando dolor y momentos de horror en muchas familias de Carazo, los testimonios de familias de víctimas son aterradores. La iglesia y los mal llamados promotores de la paz se han convertido en apañadores del crimen, el dolor y el terrorismo.
Pedro Ruiz Nicaragua, cuenta las torturas de las que fue víctima a manos de los terroristas apostados en los tranques cercanos al colegio San José en Jinotepe ante la ausencia de quienes hoy se rasgan las vestiduras.
“Fui torturado y golpeado por los tranqueros del colegio San José, donde son unas personas llenas de odio y de rencor, personas que son pagados por la derecha golpista, fui baleado, azotado con alambre, con culatas de AK, me dieron en el pecho, me dieron con palos querían quebrarme los pies, querían cinchonearme con machete”, afirmó.
Estos acciones cometidas por asesinos y secuestradores han provocado el rechazo y repudio de los nicaragüenses. Pedro también expresó su indignación al ver la presencia de los obispos de la Conferencia Episcopal días atrás en Diriamba, y reflexiona el porqué no abogaron esas personas que dicen ser defensores de la paz, al momento que se cometían atrocidades en contra de él y otras tantas personas en ese departamento.
“Jamás se aparecieron, nunca vinieron a calmar la turbulencia que hubo cuando quemaron la alcaldía, cuando quemaron el zonal, cuando quemaron la policía porque el adinerado paga al pobre y se aprovecha de la pobreza para que destruya, se aprovecha del joven que tiene problemas de vicio”.
Ante las familias nicaragüenses esa complicidad de la iglesia con los asesinos y torturadores ha quedado cada vez más en evidencia, y denunciaron que la iglesia Santiago de Jinotepe fue convertida en base de operaciones de los terroristas y Centro de detención de interrogatorios y torturas.
Compañeros que fueron secuestrados, el día 12 de junio, en la mañana, fueron torturados, amarrados, desnudos, en aulas del colegio San José y entregados por gestiones de Comisión de paz el día 14 de junio por la tarde.
Los crímenes inauditos son condenados por la población. Martha Rosales, esposa y madre de dos asesinados atrozmente en Jinotepe denunció los crímenes cometidos en contra de su familia. Su hijo Cristofer, estudiante de tercer año de ingeniería civil, fue ultimado de un disparo en la cabeza.
“Estoy aquí para denunciar la muerte de mi hijo Cristofer Castillo Rosales, que me lo mataron los tranquistas estos, por odio le arrebataron la vida a mi hijo el domingo 24 de junio a 3 cuadras de mi casa mi hijo que solo quería vivir, estudiar y trabajar y ser un chavalo de bien como es toda mi familia”, comenta la madre indignada.
No bastando eso, cuenta que días después de ese asesinato también mataron a su esposo.
“A los 10 días mataron a mi esposo, al padre de mis hijos también lo asesinaron horriblemente porque esto todo lo han hecho por un odio que tienen a toda la familia sandinista y a nuestra familia”, expresa con mucha tristeza al momento que condena y exige que se castigue severamente a todos estos terroristas.
Ferson Castillo, hijo de José Castillo Cruz, comparte con indignación la manera terrible en la que fue asesinado su padre, cuando este se dirigía a trabajar.
“Ellos lo bajaron de la motocicleta, lo golpearon, le dispararon, lo torturaron, lo amarraron, le quebraron sus piernas, lo hirieron a sangre fría hasta verlo morir. La gente gritaba para que lo soltaran, que lo dejaran, que ellos lo iban a trasladar al hospital, ero no les bastó hasta verlo morir, lo montaron a una camioneta y lo echaron en una bolsa negra y lo fueron a botar”, afirmó.
Además de exigir justicia, denunció el acoso y asedio del que ahora son parte él y toda su familia, por el hecho de ser militantes sandinistas.