En una improvisada cama de tablas fue velada la niña Vilma Castillo Méndez, hija de dos nicaragüenses que falleció por broncoaspiración a los dos meses de nacida, en la comunidad de Santa Elena de Pital, en San Carlos, Costa Rica.
La tierna era hija de los nicas Kimberly Méndez, de 20 años, y Sebastián Castillo Dávila, de 30 años, y murió cuando estaba acostada después que tomó leche del pecho de su madre.
La pareja de pinoleros vive en un pequeño rancho construido con ripios de plástico, y en ese ambiente de miseria velaron a la tierna en una tabla que le servía de cama, antes de que los vecinos hicieran una colecta para comprar un rústico ataúd para sepultarla.
“Aquí todo es difícil, a veces comemos y a veces no, no tenemos ni una cama, las niñas duermen en una hamaca”, dijo Sebastián Castillo, quien el mismo día que enterró a su hija, tuvo que irse a buscar la vida a la calle para la alimentación de su mujer y sus dos niñas.