El motociclista Ramón Cajina Hernández, de 30 años, sigue grave en el hospital Manolo Morales desde la noche del domingo cuando ebrio y a exceso de velocidad atropelló mortalmente a doña Marisol Mendoza Herrera, de 56 años, a quien del impacto le cercenó la pierna izquierda.
Si Ramón sobrevive tendrá que enfrentar prisión, pues la familia de doña Marisol manifestó que no aceptará ningún tipo de mediación con el sujeto, pues al beber guaro y manejar motocicleta estaba consciente de la tragedia que podía provocar.
Una familiar de la finada aseguró que si Ramón hubiera sido un vigilante o alguien que venía cansado de su trabajo y por eso no pudo evitar matar a doña Marisol, tal vez hubieran aceptado mediación, pero por tratarse de un conductor borracho, mejor que se pudra en la cárcel.
Doña Marisol Mendoza fue sepultada la tarde de hoy martes en el cementerio Camino al Cielo, y durante el sepelio su familia exigió la pena máxima de cárcel para el irresponsable motociclista Ramón Cajina Hernández.
Al momento de la tragedia doña Marisol iba cruzando la calle con el menor Wismay Aguilar Matey, de 16 años, quien todavía se encuentra grave en el hospital Manolo Morales.