Richard Slayman, el primer paciente en recibir un trasplante de riñón de cerdo genéticamente modificado, falleció a los 62 años de edad.
La familia de Slayman anunció su repentino deceso este sábado, apenas dos meses después de haberse sometido al innovador procedimiento quirúrgico en el Hospital General de Massachusetts, Estados Unidos.
El pasado 16 de marzo, Slayman hizo historia al convertirse en la primera persona viva en recibir un xenotrasplante de riñón porcino, una técnica experimental que busca ofrecer una alternativa a los pacientes con enfermedad renal terminal.
A pesar de las esperanzas iniciales, su fallecimiento ha generado incertidumbre sobre el futuro de esta prometedora terapia.
En un comunicado citado por NBC Boston, la familia expresó su profundo pesar por la pérdida de su querido Rick, pero destacó el consuelo que les brinda saber que su historia inspiró a millones de personas en todo el mundo.
«Nos sentimos reconfortados por el optimismo que brindó a los pacientes que aguardaban desesperadamente un trasplante», agregaron.
Asimismo, la familia agradeció al hospital y al equipo médico por brindarle a Slayman una «segunda oportunidad» y por sus enormes esfuerzos al liderar este innovador xenotrasplante.
«Sus esfuerzos le dieron a nuestra familia siete semanas más con Rick, y los recuerdos creados durante ese tiempo permanecerán en nuestras mentes y corazones», dijeron.
Por su parte, el Hospital General de Massachusetts lamentó profundamente la muerte de Slayman y afirmó no tener indicios de que su fallecimiento estuviera relacionado con el reciente trasplante.
El centro médico destacó que el señor Slayman siempre será visto como un faro de esperanza para innumerables pacientes trasplantados en todo el mundo y agradeció su confianza y disposición para avanzar en el campo de los xenotrasplantes.
La noticia del deceso de Richard Slayman generó un debate sobre los desafíos y riesgos que aún enfrentan los xenotrasplantes.
Si bien esta técnica promete aliviar la escasez de órganos humanos disponibles para trasplante, aún quedan muchas incógnitas por resolver antes de que pueda convertirse en una opción viable y segura para los pacientes.