Forenses de Medicina Legal exhumaron la tarde el miércoles el cadáver de una mujer que estaba enterrada en la comunidad Salvadorita, en Nueva Guinea, Caribe Sur, para tomar muestras de ADN y determinar si la fallecida es Yanelis Xiomara Jarquín Jarquín, de 25 años, quien se encuentra desaparecida desde el 10 de enero del 2016.
El cuerpo fue desenterrado a petición de los angustiados familiares de Yanelis Jarquín, quienes presumen fue asesinada por su cónyuge Ariel Lira, quien está prófugo de la justicia y la celaba “hasta con su propia sombra”.
Según familiares, el hijo de 6 años después de un año de terapias psicológicas ha manifestado que Ariel mató a Yanelis y luego la enterró, situación que es investigada a profundidad por las autoridades policiales.
“Él la mató, él la maltrataba, la celaba con todo mundo, mi hija era una mujer preparada, trabajadora y le gustaba lucir bien”, relató entre lágrimas doña Luisa Jarquín, madre de Yanelis.
De acuerdo a las investigaciones, Yanelis Jarquín salió de su casa en Bonanza, Triangulo Minero, el 10 de enero del 2016, y al ver que no regresaba su papá Modesto Jarquín la llamó constantemente a su celular, hasta que dos días después le contestó una mujer desconocida que la joven estaba bien de salud.
18 días después, el 28 de enero del 2016, los habitantes de la comunidad Salvadorita, en Nueva Guinea, encontraron el cadáver de una mujer en estado de descomposición la cual presentaba una herida profunda en el cuello y era devorada por aves de rapiña, por lo cual procedieron a sepultarla en el lugar.
Autoridades policiales rastrearon el paradero de Ariel Lira quien había huido de Bonanza a Bluefields, pero este logró fugarse con su amante del lugar, dejando abandonado en dicha casa al niño de 6 años que procreó con Yanelis Jarquín, y quien es pieza clava para esclarecer el caso.
Los familiares de Yanelis Jarquín están pendientes a los resultados de los exámenes de ADN practicados por Medicina Legal para conocer si el cuerpo exhumado es el de la joven desaparecida, y de confirmarse, poder trasladarlo en un ataúd sellado para Bonanza y darle cristiana sepultura.